EL VALOR DE LAS PEQUEÑAS COSAS

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El valor de las pequeñas cosas
El Valor de las Pequeñas Cosas
Una idea significativa.

Alguna vez vi una ponencia de un comunicador cuyo nombre ahora no logro recordar. De hecho, tampoco recuerdo muchas cosas de aquella ponencia, aunque sí sé que trataba de emprendimiento.

Lo que también recuerdo bien es una idea que expresó el ponente, tanto la recuerdo que aún vuelvo a pensar en ella. Considero que esa idea me resultó más significativa porque, años atrás, mi madre me había expresado algo similar.

Trabajar sin descuidarnos.

El comunicador decía que los emprendedores debían pensar más en su salud, ya que muchos se descuidan demasiado mientras intentan cumplir sus sueños.

Para él emprender no tenía sentido si te iba a costar la salud o la vida. Y luego dijo algo que a la audiencia le resultó aún más drástico, más o menos como:

"En lugar de llevar a los niños de vacaciones a Disneyland, los llevaría de vez en cuando de excursión al hospital y al cementerio, porque en esos sitios se es más consciente de la importancia de la salud". Yo añadiría que se es más consciente del valor de la vida misma.

Lo que decía mi madre.

La idea me recordaba a una frase que, en ocasiones, decía mi madre cuando yo era un poco más chiquita. Por circunstancias de la vida mi madre tuvo una de esas épocas en que el universo te da un golpe de suerte y te cambia la vida.

Es decir, en ese tiempo, llegó a tener mejores ingresos que en otros momentos de su vida. Me acuerdo de un día en concreto que, a raíz de un asunto, me tuvo que comentar que en ese instante no traía dinero encima, pues había estado en el hospital.

Pues sí, resulta que eso de quedarse sin dinero encima era porque, de vez en cuando, según ella misma se había propuesto, iba al hospital y pagaba algunas recetas de gente que no se lo podía permitir.

Yo quería saber más acerca del por qué lo hacía si podía no hacerlo. Obviamente, siempre he sido muy curiosa y me ha gustado saber porqué la gente dice, hace o piensa como lo hace. 

Mi madre decía que lo de dar vueltas por el hospital se debía a dos razones: la primera era para recordar lo frágil que es la vida y, la segunda, porque era una de las formas que tenía de mostrar agradecimiento por la suerte que tenía.

Lo pienso hoy y lo resumo así: no quería dejar de tener los pies en la tierra, aunque sus circunstancias en ese momento hubieran mejorado.

El valor de las pequeñas cosas.

De alguna manera, en el fondo, la recomendación drástica del comunicador venía a significar casi lo mismo y ponía en valor las pequeñas cosas: no hay que dejar de tener consciencia de quiénes somos, de cómo nos puede cambiar la vida en cualquier momento. Y hay que ser agradecidos por tener algunas cosas que muchas veces damos por sentadas, como la salud.

Una forma de ser agradecidos implica cuidar nuestra salud, con independencia de si estamos emprendiendo y queremos lograr nuestros sueños o si somos empleados y trabajamos por cuenta ajena.

En el fondo, dormir las horas necesarias, comer debidamente (si conseguir alimentos no es un problema), hacer ejercicio con cierta regularidad o pasar algo de tiempo con amigos y familiares, son pequeñas cosas, pero pequeñas cosas de muchísimo valor. Pequeñas cosas que hacen mejor la vida.

Publiqué este post en 2020 y esta es una actualización de 2023: me volví a topar con el vídeo de la ponencia que menciono al principio, lo puedes ver en este enlace.

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