¿TE MOLESTA QUE LE VAYA BIEN A OTROS?
![]() |
¿Te Molesta que le Vaya Bien a Otros? |
Antes de escribir pensaba que hablaría de generosidad en el post. En realidad, en buena parte hablaré de eso, de ser generosos no solo con los demás sino con nosotros mismos.
No sé porqué, pero muchas veces nos juzgamos muy duro y nos convertimos en nuestro propio enemigo. Y te estarás preguntando a qué viene esto de la generosidad ahora. O tal vez no. Pero lo voy a explicar igualmente.
▶Escucha el podcast en tu plataforma preferida◀
Hace como unos meses que me viene rondando una idea o una teoría en la cabeza. Y es que sabes qué tan bien está tu interior en función de cuánto te molesta la buena fortuna de otra gente y en función de cuánto eres capaz de reconocer tus propios dones.
Pienso que alguien florece más cuando, en lugar de molestarse por lo bueno que le pasa a otras personas, incluso se alegra por ellas.
Lo anterior me lleva de nuevo al punto de partida. Y es que cada vez que la buena fortuna de otros te molesta, más te queda por trabajar en ti y creer en tus propias capacidades. Más te queda trabajar en ser generoso no solo con otros sino contigo. Porque, aunque te cueste creerlo, eso que te carcome por dentro te afecta más a ti que a la otra persona. Y no te afecta para bien.
¿Qué es lo que te molesta exactamente? ¿Porqué te molesta? ¿Qué te impide a ti lograr lo que quieres? ¿Podrías confirmar que de verdad haces todo lo que está en tus manos para ayudarte? Voy a compartir otra teoría o idea que me ha cruzado por la mente:
Cuanto más te ocupas de tu vida y de tus propios asuntos, menos tiempo tienes para centrarte en buscar los defectos de la buena fortuna de los demás. Cuanto más te enfocas en ti, menos tiempo tienes para cosas que no son de tu incumbencia.
En alguna ocasión he hablado de la envidia. De si existe la envidia sana o si solo podemos hablar de envidia en términos negativos. Y lo comento porque he leído muchas publicaciones en las que los autores afirman que no puede existir envidia sana, pero personalmente creo que sí.
Pienso que la envidia sana se disfraza muchas veces de admiración. Porque ya sabes como es esto de las palabras, que aunque se refieran a lo mismo, algunas suenan mejor que otras.
Yo pienso que existe la envidia sana, porque puedes desear algo igual o parecido a lo que otro tiene, sin la necesidad de desearle mal. Sin que te moleste que le vaya bien o sin anhelar que pierda lo que ya tiene, sin convertirte en un obstáculo en su camino.
Cuando sientes envidia sana, te puedes alegrar de lo bueno que le pasa a otra persona y tenerla como referencia, como una fuente de motivación o inspiración que te empuja a conseguir tus propios objetivos.
Pienso que sentir la envidia mala, desearle mal a alguien solo por haber conseguido algo que tú no o por atreverse a intentar lo que tú no intentas, molestarte por su "buena suerte" cuando ni esa persona te ha causado mal alguno, es ignorar tu propia valía y confiar poco en tus propias posibilidades de hacer algo igual.
Es ignorar tus propios dones y es empezar a vibrar muy bajo. Es cargar con una energía que no te hace bien, aunque no seas muy consciente de ello.
Que sí, que algunos tienen más facilidades que otros en la vida, no lo vamos a negar. Pero en lugar de enfocarte en cosas que no puedes cambiar, ¿porqué no empiezas a centrarte en las que sí? Como en ti, tu actitud ante la vida, por ejemplo. Tal vez te enfadarías menos con el mundo si intentaras centrarte en qué puedes hacer con tu propia vida.
Mi teoría y sospecha es que hay espacio para todos cuando de brillar se trata. Porque, absolutamente todos, tenemos algo que nos puede hacer destacar. Tenemos algún don o algo que nos distingue de los demás.
La misión muchas veces es descubrir cuál es ese don. Es flipante la de gente que duda demasiado de lo que puede conseguir pese a tener muy buenas dotes (que no ven o no creen suficientes, obviamente). Y es algo que entiendo, porque muchas veces me ha pasado.
Si algo he aprendido en todos esos momentos es que casi todo el mundo tiene dudas o inseguridades. Y no digo "todos" por eso de que siempre hay alguna excepción. La diferencia está en que unos se atreven, mientras que otros se dejan vencer por sus miedos y dudas.
Y ya que estamos..., me apetece compartir parte de una reflexión y conclusión a la que llegamos un día mis hermanas y yo. Y es que, a veces, la gente no es tan desgraciada como piensa. Hay "desgracias" o "infortunios" que matan a algunos, mientras que esos mismos infortunios sacan a otros de la miseria.
Literalmente, son personas que hacen que sus desgracias les den de comer o los vuelvan incluso ricos. Y es cuando llega el amargadito de turno a preguntarse qué han hecho para merecerlo. Pues dar sentido a sus calamidades, ¿o es que te parece poco?
Como concluimos mis hermanas y yo ese día, si algo viene a perturbarnos la paz, por lo menos que lo valga. Y lo mínimo que uno puede hacer es convertir su miseria en oro. Personalmente, me ha llegado a alegrar que me pasara algo malo, porque de esa situación pudo salir algo mejor.
Pero bueno, nos queda mucho rato antes de empezar a contar ciertas experiencias con pelos y señales. Ya iremos concretando cosas, que la vida, en ocasiones hay que beberla a sorbitos.
En fin, que la idea de fondo es que, a menudo, la oportunidad o la desgracia depende del ángulo en que estás poniendo tu mirada.
Y no es que yo sea una experta o "gurú vital" de nada, pero me gusta esta idea de ir compartiendo mis propias reflexiones y transformaciones vitales, ¡y quién sabe!, tal vez así alguien se anime a compartir las suyas conmigo y me dé otra perspectiva de las cosas. Pues, más que para enseñar algo, yo comparto para aprender.
En definitiva, que seas más generoso contigo y con los demás. En lugar de enfadarte porque a otros les pasan cosas buenas, ayuda a quien puedas a hacer ameno el recorrido. Su éxito no impedirá el tuyo, un acto de generosidad no impedirá que alcances tu propia meta. No ver tus propios dones o tu valía sí.
Hay gente que se molesta por la buena suerte de otros y no muestra un mínimo de soporte o empatía solo porque no quieren que otros lleguen o puedan llegar más lejos que ellos.
No, señoras y señores. Si eres una de esas personas, te quiero decir que nadie roba la luz de quien ha nacido para brillar. Tú no puedes apagar la luz de alguien que la lleva dentro y nadie puede apagar la tuya. Así que ponte a trabajar en sacarla fuera, en lugar de amargarte porque no sabes o no quieres verla.
Sé generoso porque muchas veces no te cuesta nada. Generoso contigo y con los demás. Verás que vibrarás muy alto. Lo harás porque eso implica que reconocerás tú propia valía. Pues, solo da y aporta buena energía quien tiene algo bueno que dar. ¿Dónde te ubicas tú?
4 comentarios
Esa persona me hizo maltrato psicológico, me maltrató en todos los sentidos, dejandome insegura y poco válida (Así me sentía) quizás todo lo que he ido consiguiendo ha sido virtual, pero eso no te lo llevas a la tumba. Entonces, ¿que me queda para apreciar que tengo un don? Me molesta que hables de envidia sana, no la hay. Una persona puede tener buenas vibraciones pero no no puedes sentir envidia y sentir alegría porque estarías deseando lo que quiere la otra persona a cualquier precio con tal de no sentirte en tu piel. Yo he pasado por eso. Si esa persona que ha conseguido pareja y yo no, porque solo me quieren para "Eso". Tengo derecho a enfadarme y a no desearle el bien porque no la persona que venga detrás, verá su buena versión mientras que yo he tenido que mamarme todo lo malo y ... digamosle toxico (no encuentro otra palabra y tengo que decir que llamar toxico a alguien es el equivalente a decir que te puede matar) así que bueno, me chupaba las ganas de vivir y de quererme. Pues no, se que tengo cosas buenas y malas también.
ResponderEliminarHola Keren, primero he de decirte que cada quién está en su derecho de ver las cosas a su manera. Faltaba más. En este blog comparto cómo las veo yo y no espero que coincida con cómo las ven todos. Si a ti no te gusta o te molesta algo que pienso y digo, también me parece normal. Somos personas diferentes. Por otro lado, comentarte que yo sé lo que supone la experiencia de que le traten mal a uno/a, es algo que ojalá pudiera evitar a cualquier persona pero no depende de mí. Hago lo que mi posición me permite como individuo, y en parte es lo que me lleva a compartir cosas que a mí me funcionan (que quien quiera puede probar o no, o solo reflexionar, o incluso ignorar). Ahora bien, pienso que has malinterpretado en parte mis palabras, porque yo hablo de un contexto específico y dejo claro a qué me refiero con envidia sana y envidia mala. Claramente, digo que si alguien no te ha hecho mal alguno, no veo saludable que andes deseándole mal (he contextualizado y especificado bastante aquí). Es más, aunque alguien te haya hecho mal, vivir dando espacio en tu corazón guardando rencor es algo que yo creo que hace igual mal. Lo que tampoco quiere decir que no tengamos que enfadarnos si nos dañan. Pero eso es lo que pienso yo, cada quién puede hacer y pensar lo que quiera, porque cada uno vive una realidad diferente. Lo que digo en mi blog no es la ley y no soy experta o gurú vital, por eso te recomendaría tomar más en consideración las palabras de expertos en cuestiones que comentas, porque no es de eso en concreto de lo que yo hablo en el post. Estás hablando de algo que solo un experto te puede dar una mejor valoración. Aquí solo comparto mis experiencias y percepciones de la vida. Nada más que eso.
EliminarEs cierto, ciertos sentimientos de envidia a veces me invaden, no es frecuente pero es una emocion que ocurre. Quizas canalizandola eso ayude a mejorar lo que uno hace
ResponderEliminarYo lo considero humano, Hugo, porque las emociones nos surgen y ya, la cuestión es canalizar como comentas. Y trabajar en ver las cosas de una forma más sana para nosotros. Y porqué no, para los demás también.
Eliminar❤YO TAMBIÉN TE LEO❤