NI CASO A LOS GURÚS DEL ÉXITO

Por - 22:21

Aspiraciones
Gurús del Éxito: ¿A Qué Aspiras?

La mente humana.


Ayer tuve una conversación sobre nuestra existencia y el poder de la mente humana. Fue con una de mis hermanas. Para ser sincera, cuando puedo hablar de este tipo de cosas con mis hermanas, me siento muy afortunada.


A veces digo por aquí que en la actualidad cuesta hablar con la gente. Pero en verdad tengo suerte de tener cerca a personas que también se hacen las mismas preguntas que yo y que quieren hablar de ello.


Cuesta hablar, no tanto por el hecho de hablar, sino de encontrar a alguien cuyas preocupaciones coincidan con las tuyas y no se limiten a lo banal.


Las echaré de menos.


Hay momentos en que me paso horas hablando con mis hermanas o alguna de ellas.  La pandemia actual ha parado un poco todo. Se han detenido los planes y más cosas.


Pero si la situación no empeora demasiado, en principio nos tocará separarnos, ¡y quién sabe hasta cuándo! Por eso, ahora que escribo estas líneas, sé que cosas como ese acto de sentarnos, comer o cenar juntas, ver una peli o serie y ponernos a hablar sobre la mente humana, las echaré mucho de menos.


Ellas me dicen a veces: "Estefanía, no conocemos a alguien que se sienta tan feliz con poco como tú".

Ante este tipo de frases y comentarios también surgen más charlas y conversaciones porque, ¿cuánto es poco para cada uno? 


¿Porqué no?


Yo me levanto una buena mañana, no me llaman diciendo que algún ser querido está gravemente enfermo o muerto, tengo un techo sobre mi cabeza y mantas que me protegen del frío.


Tengo un plato de comida al día. Dedico parte de mi tiempo a hacer cosas que disfruto, como escribir o aprender lo que surja. Luego las miro y las veo a ellas: jovencillas pero resilientes y conscientes de la realidad que nos rodea. Se hacen buenas preguntas, tienen sueños, se esfuerzan. Tienen muchas ganas de vivir y disfrutar su vida, ¿y porqué no me sentiría feliz? ¿Es eso realmente poco?


¿A qué aspiras?


A menudo veo a personas y gurús del éxito predicando que si no tienes x millones en el banco, pues eres un fracaso. No os voy a mentir aquí soltando discursos del tipo "el dinero no da la felicidad". El dinero me aporta tranquilidad y tener tranquilidad me hace feliz. 


Pero ¿la suma de x millones de euros al mes/año (en el banco) es la que necesito para tener esa tranquilidad? Desde luego que no. Y no me consideraría fracasada por no ser millonaria, siempre que tenga mis necesidades básicas cubiertas y no esté estresada porque no llego a final de mes. 


He llegado a la conclusión de que no necesito demasiadas cosas para ser feliz. No necesito una casa más grande que la que habito ahora. No necesito un coche de lujo ni ropa más cara de la que ya tengo. Podría tener todo eso y estaría bien, pero no cambiarían mi percepción de felicidad. Para mí, unas paredes diseñadas por el arquitecto más top del momento, al final seguirán siendo paredes. 


Concepto de éxito.


Lo que he descrito antes sobre la característica de una buena mañana, no cuesta un millón de euros al mes ni al año. Y he calculado el coste. Por eso, no me siento mal cuando escucho a un gurú del éxito decir que quien no gana x millones de euros es un/a fracasado/a, una persona desdichada. El gurú tendrá su concepto de éxito. Y a estas alturas de la vida, también tengo muy claro cuál es el mío.


Ahora bien, ¿quiere lo anterior decir que no tengo ambición o que pienso que es malo tener millones? Para nada. A pesar de todo, sigo teniendo mis ambiciones y metas económicas. Y son muy grandes, por muy paradójico que suene ahora.


Sin embargo, no es el dinero por el dinero lo que me mueve. No es el afán de impresionar a nadie con grandes casas o coches de lujo. Si los tuviera, hasta preferiría que pasaran desapercibidos para el resto. Seguro procuraría que así fuera.


Esta es la cuestión.


Con el tiempo me he dado cuenta de que soy una persona muy sensible a lo que me rodea. Me afecta el estado del mundo y me preocupan quienes tienen mucho menos que yo.


Me preocupa mi persona pero también los demás. Me preocupa que la gente no pueda cubrir sus necesidades básicas. Por eso mis ambiciones y aspiraciones económicas van más por ese lado. Y esta es la cuestión. 


Si me apetece hacer algo que impacte la vida de las personas para bien, tener mucho dinero me lo facilita más que no tenerlo. Por eso quiero crecer, dar lo mejor de mí y desarrollar el máximo de mi potencial y capacidades.


Aunque empiezo a construir mi vida, soy quien soy porque alguien se preocupó por mí. Porque alguien aportó su euro para que yo pudiera estudiar, para que yo tuviera un plato de comida al día, para que yo tuviera un techo donde dormir y no me faltara medicina cuando enfermaba. 


Soy quien soy porque muchas personas han dado lo mejor de ellos para sacar lo mejor de mí. Sonará cursi, pero me sentiría más fracasada si no pudiera yo también tocar las vidas de quienes me rodean de esa manera, más que si no pudiera enseñar el coche de lujo que me acabo de comprar o la cantidad de millones que tengo en el banco.


¿Qué ha cambiado? 


Por fortuna, la vida me ha permitido estar en ambos extremos. Me ha permitido en diferentes momentos experimentar cómo es vivir la abundancia extrema y también saber qué se siente teniendo mucho menos. En ambos casos, lo mejor siempre fueron las personas que estuvieron allí.


Y bueno, quiero ser el tipo de persona que da lo mejor de sí sin importar cuánto dinero tiene en cada momento. Para mí éxito no sería tanto si he podido llegar al millón de euros al mes/año, sino lo que he hecho una vez que lo he logrado. ¿Ha mejorado la vida de alguien porque yo tengo más dinero? ¿Cuánto bien hace mi presencia en la vida de quienes me rodean?


A todo esto, a lo que quería llegar es que la presión de tener que aspirar todos a lo mismo puede hacer daño si al captar esos mensajes aún no hemos fijado bien nuestras prioridades vitales.


El dinero es importante, pero también lo es ser abundantes en otros aspectos vitales, y no creo que sean cuestiones incompatibles. Pero tal vez el mayor reto sea también ese: poder desarrollar mínimamente cada ámbito vital que nos llena como seres humanos. Y por qué no decirlo, no tenemos que aspirar todos a lo mismo aunque lo diga un gurú del éxito.

🌹Lees Voces en Vela🌹

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