Voces En Vela, Por Estefanía Mbá. Con la tecnología de Blogger.

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Voces en Vela

-comparto mi forma de ver las cosas y sentir la vida-

Poema sobre el control
Poético: perder el control

Estamos cansados, nos hicimos adultos a destiempo, hermano. Aún era temprano cuando aprendimos que solo éramos nosotros contra todo, contra el mundo, contra las piedras que se metían en los zapatos y se quedaban hasta el fin de los tiempos. Aún era temprano.

Aún era temprano cuando aprendimos que nos tocaría lidiar con lo áspero y que en un mundo lleno de seres inhumanos los duros teníamos que ser nosotros. Y queríamos comernos el mundo, a pesar de todo, mas con los años el mundo nos fue reduciendo a bocados, nos fue haciendo pedazos. 


Estamos cansados y ya solo queremos perder el control, soltar los mandos, dejarlo todo en otras manos y seguir robóticos los mandatos divinos, ¿pero acaso es fe o tan solo es que tenemos miedo? Estamos cansados.


Estamos cansados de ser los más conscientes de nuestro espacio, pues no lo parece, pero es trabajo y es arduo. Por eso añoramos ahora ser como quienes van en piloto automático, son criticados, pero parece que sufren menos.

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Poético: Hoy hablo por los dos

Hoy hablo yo, pero sé que estamos en esto tú y yo, los dos, mi bro. 

Hoy hablo de mi realidad y de la de muchos que veo a mi alrededor. 


Hoy hablo de la realidad de los hijos que el barrio engendró y que la sociedad marginó convirtiéndolos en bastardos.


Hablo de muchos que como yo salen de abajo y quieren llegar a algún lado, de los niños que albergan fuego en los ojos y son confundidos con delincuentes, cuando solo han aprendido que el hambre se sacia con grandes sueños, mientras crecían escuchando que vivir de ilusiones nunca será suficiente.


Hablo de quienes hemos aprendido a sobrevivir entre tiburones, entre caníbales que quieren acercarse solo para comerte; hablo de quienes hemos aprendido a vivir entre mayores que dan lecciones morales, aunque su ejemplo siempre sea inexistente y en nosotros invierten cero, nothing, como los castillos que se construyen en el aire.


Pero que no se equivoquen, aunque todos sus dedos nos señalen, solo es una forma de alimentar nuestro coraje y sacarnos del rincón de los invisibles. Porque es evidente, no saben que somos aves y que fénix es nuestro atributo más destacable, y que si nos queman para matarnos, solo nos volvemos más fuertes e imparables.


Tik Tok poético: @vocesenvela

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Diez preguntas a...[Cristian Perfumo]

1. ¿Quién eres? Ofrece una breve descripción sobre ti.

Soy una persona criada en la Patagonia Argentina que después de dar vueltas por el mundo se dio cuenta de que lo que más le gustaba hacer era escribir novelas ambientadas en su lugar de origen.


2. ¿Cuándo empezaste a escribir y por qué?


Empecé en 2009 porque un hombre me contó que cuando era adolescente había descubierto un barco que llevaba dos siglos hundido. Su historia me impactó tanto que dije "Alguien tendría que escribir sobre esto". Y dos años más tarde estaba publicando mi primera novela: El secreto sumergido.


3. ¿Cuál de tus libros te ha costado más escribir y cuál menos? ¿Nos cuentas la razón?


Todos me cuestan muchísimo, jaja. Pero siempre tengo la sensación de que el que estoy escribiendo en este momento es el que más cuenta.


4. ¿Cuál es el mejor consejo que te han dado como persona o como escritor? 


¿Qué consejo le darías tú a alguien que quiere empezar a escribir y ve en ti un modelo a seguir?


Si tienes la opción de explicar algo con pocas palabras, no elijas NUNCA explicarlo con más palabras. Los escritores existimos para contar historias, no para demostrar lo cultos que somos ni el amplio vocabulario que tenemos.


5. ¿Qué valoras más de la vida en este momento y a qué le das menos importancia?


Valoro muchísimo la libertad y la posibilidad de tener un trozo de tierra en el que plantar árboles. No le doy nada de importancia a las redes sociales y el postureo.


6. Si una persona se estuviera planteando empezar a leerte, ¿qué le dirías? ¿Por qué debería leerte?


Le diría que si tiene calor abra un libro mío y se transportará a la fría Patagonia. Funciona casi tan bien como un aire acondicionado pero es más barato.


7. Comparte una anécdota relacionada con la escritura o la vida. [Algo raro o memorable que te haya pasado].


Hay una anécdota que me gusta mucho en la que una chica me reconoció en un avión. La conté a mis lectores hace un tiempo y puede leerse aquí.


8. Recomienda un libro que haya impactado tu vida o tu escritura.


Precisamente, es un libro que se llama "Impacto", de Olivier Norek.


9. ¿Cómo te pueden contactar las personas interesadas en tu trabajo? [Redes sociales, web, blog, email...]


Lo mejor es mi web, donde podrán descargarse gratuitamente historias inéditas: www.cristianperfumo.com


10. ¿Te gustaría compartir o añadir algo más?


Simplemente agradecer a toda persona que lea libros con regularidad. Sin ellos, lo que hacemos sería imposible.


Fecha: 04 de julio (2023).

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Las ventajas de ser mediocre

El diccionario de la RAE ofrece dos acepciones referentes a la palabra mediocre. La primera es "de calidad media" y la segunda es "de poco mérito, tirando a malo". 


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Dudo mucho que estas acepciones le hagan pensar a quien las lee en cosas positivas. Incluso cuando la primera objetivamente podría suponer un término medio, en nuestra mente humana, en el fondo estamos pensando en la segunda definición.

Nadie, o muy poca gente considera a alguien o algo mediocre como aceptable o positivo. Más bien lo utilizamos o tendemos a utilizarlo como un término despectivo. Y la consecuencia de esto es que nadie quiere ser considerado así o todos evitamos ser considerados como tal.

Pero como no podía ser de otra forma, le he encontrado ventajas a la mediocridad y te voy a explicar el porqué.


Aunque es probable que no te descubra algo nuevo, ya que es posible que alguien más haya visto y dicho algo parecido, te lo voy a exponer desde mi perspectiva.


¿Qué ventajas tienen los mediocres?


Tienen muchas, pero hablemos de unas tres claves, de momento:


1. Nadie espera mucho de ti. 


En principio, que no se espere mucho de ti puede parecer una desventaja, pero en realidad es un comodín si lo ves de ese modo. La razón es que cuando se espera poco de ti, cualquier acción excelente que realices es aplaudida, destacada e incluso premiada, a diferencia de lo que suele ocurrir cuando siempre intentas ofrecer excelencia. 


Suele llegar un punto en que la gente ni siquiera es consciente del esfuerzo que supone ser excelente o sencillamente hacer las cosas bien, cuando vives en un mundo que te incita constantemente a hacer lo contrario.


La excelencia en alguien que siempre la ofrece se normaliza, pero a la primera que falla, tal parece que nunca hubiera hecho algo bien. Se penaliza mucho el fallo del excelente constante, como se premia en exceso el acierto del mediocre recurrente. 


Lo último puede causar varios efectos, de los cuales dos son los que quiero destacar: 


El primero es que el mediocre piense que compensa ser mediocre, pues, basta con realizar de tanto en tanto una acción excelente para mantener a la gente contenta.


Lo anterior no quita que, curiosamente, esta persona se pueda sentir alentada y quiera realizar tales actos para sentir esa gratificación y volverse al final excelente.


Pero no siempre sucede. Es como la pareja que te maltrata durante semanas y, un día, sin esperarlo te trae un ramo de flores o prepara tu comida favorita. Aprecias de más ese acto y hasta buscas justificaciones que expliquen por qué se portó de forma vil y cruel en primer lugar. 


El segundo efecto es que la persona excelente piense lo mismo respecto a su condición.


"¿De qué sirve haberme esforzado tanto si me crucifican por un error?" Un error, un fallo le ha costado demasiado, si no todo, a muchas personas que lo venían haciendo todo bien. Y repito, no le ponen a uno la facilidad de hacer las cosas bien en esta vida. Más pareciera que las cosas están hechas de tal forma que la intención es corrompernos a todos.


2. Tienes menos presión. 


Un mediocre, por lo general sabe que no tiene más o mucho que perder y, ¡ojo!, esto es algo que, por muy banal que parezca, llega a ser un factor motivador muy potente, ya que quita mucha presión del exterior. 


Cuando no temes perder tienes más valor para intentar las cosas. Por eso, en muchos casos vemos que personas por las que nadie hubiera dado un duro acaban sobresaliendo.


Para lograr ciertas cosas valiosas en la vida es importante saber correr riesgos e intentar hacer.


Pocas cosas paralizan a las personas como el miedo a fallar. Pero si nadie espera que aciertes en primer lugar, ¿qué puedes perder?


Lo opuesto pasa con quien nos acostumbra a los aciertos. La presión es brutal y las expectativas ajenas pesan como piedras sobre sus hombros y se transmiten de tal forma que, parece, solo son personas valiosas si nunca fallan, si nunca nos decepcionan. 


Esto conduce o puede conducir a un miedo excesivo a errar, a tomar riesgos (incluso si son necesarios), un miedo excesivo a fallar. Un miedo que, en definitiva, enquista.


Por eso, muchas veces, personas a las que augurábamos un futuro brillante acaban apagándose con el tiempo y nos quedamos preguntando qué pasó.


3. Libertad de elección.


Esta ventaja está un poco relacionada con la anterior. Cuando la gente siempre ha esperado o espera poco de ti, de algún modo eres libre de definir qué quieres hacer y quién vas a ser. Y lo haces con mayor flexibilidad.


No sucede lo mismo con los excelentes. Voy a poner un ejemplo de algo que habrás notado: me refiero a los típicos estudiantes que sacan la puntuación máxima en las pruebas de selectividad.


Cuando alguno de estos decide que va a estudiar una carrera artística o poco lucrativa a nuestros ojos, se ve como un desperdicio. Poca gente concibe que tu aspiración en la vida puede no estar relacionada con estudiar una carrera o ir a la universidad.


Para ellos, el haber sido un estudiante excelente implica que debes formar parte de la élite social, tener poder, mucho dinero, en resumen, cierto estatus. Y no digo que esté mal tener estas cosas, pero esa gente no entiende que puedes aspirar a tener un éxito diferente a lo que la sociedad dicta como tal. Y se encargan de hacer que te sientas un fracaso si decides no seguir un camino convencional o el que creen que debe ser para ti. 


He llegado a la conclusión de que uno vive mejor si sabe escoger cuándo y con quién ser excelente y, cuándo y con quién lo opuesto.


Aunque casi todos diríamos que no es malo contar con lo excelente o que hace falta gente y profesionales excelentes. La pregunta es: ¿Contribuimos para que compense serlo?

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